viernes, 3 de marzo de 2017

LA CASA FUERTE




La Casa Fuerte conocida como el Convento de los Misioneros de los Padres Observantes, fue construida en un terreno que donara el 6 de abril de 1647 Don Juan Cedeño Albornoz, cuando desempeñaba el cargo de Maestro de Campo en la Barcelona del Cerro Santo, fundada por Juan de Urpín. Este terreno estaba constituido por una cuadra de manzanas con arboladura de una cruz. Allí los Padres Franciscanos ofrecieron a los barceloneses clases de latín, además, fue convertido en un hospicio, donde se ofrecía servicio de enfermería para descanso y curación de los misioneros que se encontraban en las Misiones de Píritu.  En 1744 fue iniciada su construcción con la fabricación de una capilla con su sacristía y dos celdas. 
  Allí también funcionó el primer Hospital de Barcelona. Posteriormente, se convierte en Casa Fuerte, el 31 de diciembre de 1816, por el Libertador Simón Bolívar cuando lo convierte en su cuartel general. Desde allí emprenderá la tarea para la consolidación de la campaña de Guayana.
La Casa Fuerte se convierte el 7 de abril de 1817 en el sepulcro de los barceloneses, cuando en ella mueren más de 1500 personas, luego que las tropas españolas, al mando del General Juan Aldama, realizan el más atroz ataque contra sus instalaciones. Allí se destacan el General Pedro María Freites, quien es hecho preso y luego fusilado en Caracas el 17 de abril. En la hecatombe de la Casa Fuerte participa la heroína Eulalia Ramos de Chambelain, quien defiende su vida en momentos que estuvo a punto de ser violada por un soldado español. 
Hoy las ruinas de la Casa Fuerte es el fiel testigo de las vicisitudes que vivieron nuestros patriotas, quienes entregaron su vida para conquistar la libertad. Allí están presentes las almas de los barceloneses que derramaron su sangre para lograr la venezolanidad.

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